¡TRABAJO! ¡ABAJO! ¡AJO!

¡TAPADO DE TRABAJO SIENDO MARTES!

Si, hoy atrasado con la entrega de mi publicación diaria... pero con una excusa más que aceptable ¡ESTOY TAPADO DE TRABAJO! Pero ¡Ojo! que si ustedes están sufriendo de lo mismo y esto no se lo deseo ni a mi peor enemigo, ¡Bah! muchos enemigos aceptables no tengo... Como les decía, he aquí, y tras consultar con diversos conocedores en la materia de “Sortear o evitar tareas diarias un martes con mucho para hacer y poca predisposición para ello”. Aquí algunos los consejos estratégicos más recomendados para esquivarle el alma al bulto... según Juan Wellignton experto en ese temita:

1. El trabajo en equipo: una de las mejores formas de escaparle a este martes atiborrado de trabajo, es generar la técnica Wellington la cual nos indica la labor en conjunto. Obviamente es necesaria la supervisión (de “supervisor” no de “poder de visión”, aclaro por las dudas) Aquí la idea es que uno haga de supervisor… y obvio realizar la complicada tarea de supervisionar todo lo que haga falta. El resto del equipo se debe encargar de la parte más fácil el trabajo. Frases de uso obligatorio: ¡Bueno gente manos a la obra! ¡Bien, así se hace! ¡Epa! ¡Good Work mis zabandijas!¡Vos vas a legar lejos!
2. Traspaso de actividades o tarea derivada: por razones de confianza, por cuestiones de tiempo, con excusas desbordantes, desvariantes e increíbles: la concepto central de esta estratagema es hacer creer a quien le heredamos nuestras tareas que lo hacemos por razones nobles, por un sin fin de pretextos y subterfugios más que importantes, por razones de fuerza mayor o bien porque ellos son los únicos que pueden realizar esta hazaña. . Frases de uso recomendado: ¡Por favor Alfredo surgió un imprevisto inesperado impensado, ¿No me haces el favor de encargarte de mis labores… solo por hoy? ¿Te podrías encargar de esto?... si no podes no importa.. veo como me arreglo. ¡Creo que descubrieron que soy un agente de Inteligencia! ¡Hace esto por mí… si no vuelvo! ¡Sos un héroe por sacra estas treinta y siete fotocopias!
3. Traslado de labores para evitar estrés: esta es una de la razones más que justificadas para ceder a otro el gusto de hacer lo que tendrías que hacer vos. Hay que declamar en voz alta y teatraliza ataques de estrés con quien vas a realizar este artificio. Desmayos fingidos, ataques de ira, bailes sin música y sin sentido en medio de la oficina, olvidos confusiones y cara de lunes a la mañana cuando sabemos que nos irá mal. Frases más o menos necesarias: Mira el doctor me dijo que para evitar tensiones trate de hacer lo menos posible… ¿Te ocuparías de esto por hoy? ¡Oh cielos! ¡No sé si mi corazón podrá soportar tanto trabajo! ¡Ahgggg me duele la glándula suprarrenal del estrés! ¡Ay mi estrés!
4. Excusación en crecendo: expresar excusas verbales desde lo lógico a lo exageradamente incoherente y absurdo. Frases… o varios ejemplos: ¡Uhh no tengo tiempo! ¡Ohhhh me olvidé! ¡Hoy es martes! eso lo podemos patear para el viernes y de ahí al lunes... ¿Eso dije el martes pasado? No lo recuerdo. Tengo amnesia, soy alérgico a las pasas, me duele el hombro, me duele eso, me robaron el trabajo, creo que por acá estaba ya te lo alcanzo y 6.000.000 de etcéteras más.
5. Auto desaparición de objeto: Esconder todo debajo de un escritorio o tapete, arrojar tus cosas por la ventana. En fin, las explicaciones sobran… tomar hojas, útiles, adminículos computacionales, fotocopias, papelitos… todo y ocultarlo hasta que se olviden de lo que tenías que hacer. Frases que pueden utilizarse: ¡Me robaron! ¡Me asltaron! ¡Esto es un atropello! ¿Dónde están mis cosas? ¡Quiero cumplir con mis responsabilidades!.
Bonus track: La estrategia Coperfield… la más simple, pero que conlleva cierta experiencia, ejercicio y práctica. La desaparición de nuestra persona del lugar de trabajo. Palabras mágicas para desaparecer: ¡Hokus pocus!, ¡Multus Laboris!, ¡Abarakadabara!, ¡Flip!, ¡SinSalamín!, ¡Alakazam! Y otros. Al aparecer solo se dice “¡Tatán!”.

Si no queda otra, y estos consejillos no dan resultado… deberás enfrentar las consecuencias funestas, respirar profundo…. y trabajar… después de todo ya llega el miércoles.