A raíz de diferentes dudas que los niños de Hoy (de entre 2 y 10 años) les plantean a sus padres, preguntándoles sobre "ciertos temitas" que tienen que ver precisamente con "eso". Les presentamos:
5 Secretos para responder más o menos a las dudas sobre "ese tema" a los niños... y no tener que sonrojarse o evitarlos o correr o hacerles creer que no queremos responderles o bien zafar como los mejores
1. Responder a todas sus dudas sobre el tema con sinceridad: es la premisa obvia y naturalmente obligatoria, no dejarlos con la pregunta en los labios… expectantes, pensativos y con cara de tengo una duda má… pá… plis respondeme… ¡Hey! ¿¿¿A dónde vaaaaas????. Respuestas indicadas: "Mira nene sos muy chiquito para que te este hablando de células, ADN, intercambios de fluidos y otras yerbas" O “Mira… cof cof cof traeme un vaso de agua así te respondo”.
2. Si preguntan algo que no sabes, admitirlo, informarse y responder: lo peor es no aceptar que desconocemos algo, es probable que perdamos el estatus de superpadres que deberíamos o pensamos que tenemos tener. Sino usar las siguientes frases: "Este bueno... mira toma asiento este tema es muy complejo... difícil de entender y complejo otra vez... vos sabrás que... bueno en fin... creo que tu madre me llama, seguimos después seguí mirando Coraje el perro cobarde ¡Qué grande el perrito!" "La verdad que no sé... me informo y te contesto... ¿el martes estás libre o tenes pileta?" "No tengo la más remota idea... porque tu abuela nunca me hablo del tema... además es un secreto de estado eso"
3. Dosificar los datos para que la siguiente explicación se sume a la anterior: esta es una de las más simples maneras de explicar algo o bien evitar explicar todo. "Bueno hijito/a... como veras este tema es algo así ¿Sabés lo que es una célula?... una célula es la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo… De hecho, la célula es el elemento de menor tamaño que puede considerarse vivo... bueno para que no te canses la próxima seguimos con la teoría celular, propuesta en 1839 por Mathias Jakob Scleiden y Theodor Schwann... y de a poco vamos a llegar a la diferencia entre los nenes y las nenas"
4. Hablar con naturalidad, ofrecerles respuestas adecuadas a su edad y tratar de no atiborrarlos con términos científicos: la idea sería esa, pero si no podes, lo mejor es… simplificar: "Ya sé que tenes 9 años pero sé que logras concebir este contenido el cual genera una duda de carácter cognoscitivo… podría decirte que las nenas son así y los nenes de esta manera… y entiendo que quieras saber al respecto, solo te puedo explicitar que las divergencias morfológicas se trasladan a un nivel supra intra material de lógica pura y que son algo disímiles y porque no, también extensos en su estudio, análisis y expresión cientificista por lo que, naturalmente mucho no puedo decirte al referido al tema en cuestión".
5. No mentirles NUNCA y ser coherentes con lo que se explica: la idea de faltar a la verdad pocas veces sirve para justificar lo que no sabemos, y mucho menos para intentar disuadir a los niños de lo que no queremos contestar. Lo mejor es desvariar con incoherencias: “¿Te acordas de la tía Rosemary? ¡Qué tortas que hacía! ¡Era toda una respostera... y el martes para colmo llovió... no, había niebla igual de todas maneras no importa porque le dije tres veces a Carlos que buscara en mis bolsillos…Un sillón Luis XV… tres gotitas de vainilla… tiemblan los sarracenos …hay tigres de rayas diferentes… Algo así… ¿Lo repito?”.