¡UFA! ¡OTRA VEZ MARTES!

… PERO AHORA TE PODES CLASIFICAR
PARA QUEJARTE CON FUNDAMENTOS

Bien sabido es que el martes no es el mejor día de la semana, esa razón de estar tan cerca del lunes y tan lejos del viernes genera ese sentimiento de aversión hacia él por parte de los mortales más o menos normales. Es por esto que surgen diversas preguntas ¿Existen razones fundadas para que el martes esté tan vituperado a nivel social? ¿Es quizás la razón de este sentimiento negativo su nombre? (Ojo que yo no estoy de su parte) Pero ¿Pueden haber razones? ¿Eh?...

Al parecer son preguntas de profunda investigación que vienen de tiempos más allá de tu bisabuela y que no podremos saber hoy. Si surge a través de estudios IsoHoméricos (utilizando las reglas ISO a lo Homero) una clasificación de “Antipatía Martiana” según la razón por la cual el martes no te es agradable y te hace hacer caritas de ¡Ufa!

Clasificación de “Antipatía Martiana”

Los que lo aborrecen el martes porque si: este tipo de individuos tienen una fijación con el segundo o tercer día de la semana (dependiendo de la cultura el martes es así). Cuando amanece el martes ya hacen gesto de desenfado porque lo tienen entre cejas, lo miran con mal semblante y ese día es mejor no cruzarse en el camino de esta especie de ser humano que culpando al martes por existir puede tomar acciones perjudiciales hacia los demás. Siempre andan diciendo en voz alta: ¡Martes te odeo! ¡Martes te odeo!
Los que le tienen pánico al día de Marte y traducen este temor en animadversión: estos sujetos, aunque normales, han leído o escuchado que el martes deviene, en distintos idiomas, en honor al dios de la guerra Marte y del día del fuego en Japón. Al ser estos objetos malignos para la salud y sobre todo de temer, se asustan mucho, no quieren salir de casa, se cubren con mantas bajo la mesa, y se bañan hasta cuatro veces por día. Están traumatizados por una guerra que no viene o una explosión ígnea de proporciones bíblicas. ¡AGGGHHHHH! ¡Martes!
Los que tienen una triste historia que avalan y justifican su aborrecimiento hacia este día: este tipo de prójimos siempre están con cara de melancolía, dentro de ellos llevan un haz resentimiento fundado en una muy mala experiencia, una mochila invisible a nuestros ojos. Generalmente nos enteramos de su antipatía por el martes cuando preguntamos ¿Por qué no te gustan los martes? La respuesta es una historia con violines incluidos, mucho llanto y tristeza. Ese día perdieron un amor, una mascota, la billetera, el lugar en la cola del banco, los desaprobaron en un final, se perdieron el capitulo final de una serie que aguantaron por años o fueron tratados de manera injusta por gente malvada. La historia siempre empieza así: “Era una noche/día/tarde/amanecer lluviosa(siempre con condiciones climáticas adversas) aquí entra el sonido de los violines y para finalizar el llanto y el grito “¡Oh Martes! ¡Segundo o tercer día de la semana dependiendo de la cultura en que estés! ¿Porque me hiciste estooooo?”
Los que sienten un cierto no sé que odio tienen esa sensación de sentimiento negativo que no se puede traducir de una manera total… aunque saben que lo abominan:…suelen disimular muy bien su sentimiento de antipatía irresoluta a este día, pero no pueden negar su naturaleza y en algún momento del día lo exteriorizan aunque no públicamente. Abundan las frases por lo bajo, en su mente, o cuando están completamente solos, lo escriben en las paredes de algún baño público, o en baños de las casas de amigos que andan felices los martes, o hacen llamados telefónicos anónimos a números al azar diciendo “¡ODIO EL MARTES CARAJO!… ¡LO DIJE! LO DIJE!”. Generalmente van algo tranquilos por la vida después de desahogarse.
Los que acaban de enterarse por medio de esta clasificación de su odio mal sano hacia este día y ahora no saben si comentarlo o no: este tipo de personajes, no quieren decir que lo odian, porque ello les llevaría a tener que explicar que leyendo una clasificación descubrieron su naturaleza verdadera. Entonces usan frases aplacadoras para que los demás no los sometan a evaluación y prejuicio “El martes no es santo de mi devoción” “El martes no es de mi agrado ternurita” “El martes… cambiemos de tema”.