¡AY! ¡Pero que lindo su nene señora!

Consejos y juegos para esos nenes que vienen de visita con sus padres y son un poquito… inquietos, juguetones, picarones, traviesos o destructores de la paz hogareña.

Quizás les haya pasado que recibieron la visita de algún amigo/a con su pequeñuelo o pequeñuela y luego de pasar el instante de reconocimiento del espacio físico, después de tomarse un juguito y cuando se comenzaron a sentir cómodos en tu humilde morada. La pequeña criatura (niño/a) se vuelve un tanto… loquito, se descontrola y todo se transfigura en un caos increíble. Platos rotos, gritos llantos… corridas, cosas que vuelan, mascotas traumadas y stress.
Sepa como reconocer la gradación infantil según su status de isomorfismo e inquietud natural:

Grado 1- Molestos… pero soportables.
1. El preguntón: este pequeño niño es muy investigativo y gustoso de indagar, comienza con preguntas simples “¿Qué es esto? ¿Por qué vivís sola? ¿No tenes hijos?” y va adquiriendo cierto grado de complejidad, hasta el grado de no poder responder a semejante interrogatorio perturbante… “¿Por qué no te casaste? ¿Por qué sos tan vieja? ¿Este quién es?”. La madre se sonríe mientras dice “¡Ay! A él le gusta saber”.
2. El que ataca la heladera: es un gordito simpático con carita de “yo no fui” te produce ternura verlo… hasta que entra en confianza… se dirige a la cocina y se come tus alimentos destinados a sobrevivir a un ataque nuclear. El progenitor dirá “Je je Está en crecimiento… mi chiquitín” mientras el hermoso retoño se come hasta la escarcha del freezer.

Grado 2 – Molestos… un tantito pesados
3. El nene calladito mientras está la mamá, que es un santo hasta que ella va al baño…: mientras su madre está es un amor con patas, pero ni bien ella desaparece por unos microsegundos, el pequeñín se transforma en un duende malvado que rompe plantas, cuadros, adornos y cuanto está a su paso. Es bullicioso y devastador, pero para sus padres es vivaz y alegre.
4. El que presenta el síndrome de hijo único… malcriado: entra estrepitosamente, comienza a tocar todo cuanto está a la vista y lo que no también. Es el que no escucha los retos de sus progenitores y sigue con su cateo infantil por toda nuestra casa, mientras sus creadores dicen en un tono bajito y sin violencia: “¡Papi eso no se toca! ¡No eso no! ¡Bájese de esa cortina mi sol!”. “Es algo revoltoso, pero ¿Qué chico no lo es?”.

Grado 3 – Insoportables… o algo inquietos
5. El emotivo: este hermoso pequeñito entra en nuestra casa lagrimeando, llorisquea… y pasados los cinco minutos llora a los gritos, sin poder callarlo o tranquilizarlo con nada. Es un futuro emo en potencia… “Llore mi niño no se guarde nada”. Es un escandaloso.
6. El abarcativo o mío, ¡Mío!: este niñito tiene un instinto algo malsano por los pronombres posesivos, sobre todo el uso del “mío”, aunque en un grado superlativo. Entra adueñándose de todo cuanto ve y si no lo dejas que propicie su espacio de posesión se transforma en el anterior. Se terminará llevando la mitad de tus cosas a la vista, para que no llore. Su mamá tal vez te devuelva algunas.
7. El hiperquinetico: él no entra en tu hogar, más bien arremete desde la entrada como si fuera una turba iracunda dispuesta a no dejar piedra sobre piedra en tu casa, y nada se salva… manchas de comida en los sillones, platos rotos, cosas por todo el piso, revoloteará a tus gatos y pateará la pecera.. ¡Pero es un nene!

Grado 4 – Demasiado danzarines y retozones… un retoño de terremoto y destrucción… ¡Aléjese! Por su seguridad.
8. El verbal gestual incorrecto y negativo: este niñito debería de venir con un moderador de habla y gestos que lo censure, pues su “libre expresión” es como decirlo suavemente… su boquita es una verdadera cloaca… dice cosas que te sonrojarían, palabrotas que no conocías y expresiones que ni un borracho podría reproducir. “¡Es un nene viste! ¡En boca de los niños nada suena malo!”
9. El que tiene un poder extrasensorial que apenas se mueve algo se rompe: este es un ser fuera de lo conocido, ni bien entra en tu hogar comienzan a caerse cosas que por su propia fragilidad se rompen, es proclive a los accidentes, todo se rompe a su alrededor sobre todo tu paciencia…
10. El piel de Judas, Damián (el de la profecia), Daniel el terrible… es todos los anteriores en uno: existen tres palabras que pueden describir la situación con este minúsculo y amoroso individuo: ¡¡¡Sálvese quien pueda!!! Deja tu casa hasta que él se quiera marchar…

Juegos aconsejados: Escondidas a mil kilómetros de tu casa, mancha estatua, a las estatuas, a silencio por 120 minutos, al chico secuestrado, a calabaza calabaza me voy a mi casa (y no vuelvo más), a la estatua, a me quedo quieto o el tío me suelta el Rod Wailer y otros divertidos juegos.