07 Estrategias de supervivencia

MANERAS DE AFRONTAR VERSIÓN 2.0
COMO SOBREVIVIR AL PRIMER TRABAJO

Si bien no existe una receta, decálogo o libro hechizos que pueda ayudarte con este tema, al menos no con resultados garantizados. Existen un par (más que un par) de consejos que pueden ser un tanto útiles, no tienen resultados 100 %garantizados, pero es posible, que si lo seguís al pie de la letra o haces todo lo contrario... el azar, el destino, la suerte y porque no, un duendecito de esos que te regalan deseos al final del arcoiris con acento a whisky irlandés, puedan confabularse y ayudarte a lograr sobrevivir a tu primer trabajo.

1. Como sapo de otro pozo: desembarcar en un lugar donde no nos conocen rara vez puede ser cómodo, y mucho menos si es un lugar donde vamos a trabajar. Una vez que pasamos la puerta de entrada y ya hemos sido presentados, no queda otra que aceptar la realidad -estamos destinados a pasar cierta cantidad de horas con esta porción de la humanidad en un lugar determinado, por papel de moneda corriente- pero no es tan malo. El dinero te distraerá lo suficiente como para no notar que estás nervioso y mantendrá a tus acreedores alejados, bueno quizás a ese que tiene la cicatriz en la cara y te amenaza por lo de las apuestas no tanto, pero algo es algo.
2. Intuición y percepción: uno de los mayores secretos para ser aceptados en el lugar de trabajo es utilizar nuestros dones naturales: “la intuición” que en un par de ejercicios no ayudará a reconocer quien nos ve con ojos de amabilidad, quien nos espía de reojo, quien nos apaga la computadora a propósito y quien nos ve con cara de “¡Hola!… ¿Cómo va todo? ¿Venís muy seguido por acá?” o “Tenes que pagar derecho a piso sos la nueva adquisición de la compañía” o peor aún “Tenes que pasar el rito de iniciación en el cubículo de los sufrimientos”. Por su parte “la percepción” nos alertará de cuando agacharnos para esquivar un objeto contundente como abrochadoras, mouses, lapiceros, reglas (que no duelen tanto) y teclados, que son parte del juego de aceptación de tus compañeras que menos te aprecian… aunque tarde o temprano lo harán, es eso o saldrás corriendo para nunca volver.
3. Ser sociable: estrategia difícil si las hay, significa buscar relacionarse con tus pares, pero no tanto. Es decir intentar entablar relaciones, pero no llegar al punto de amistad, cariño y amor, pues esto complica el espacio laboral y genera rivalidades. Es decir tenes que ser frío, calculador, amistosos, amable y desatento en una proporción de 10%, 30%, 20%, 20% y 10% el otro 10 % es para usos generales. Aunque si sos lo suficientemente humano termines siendo amiga/o de varios, te inmiscuyas con alguno/a y te pelees con otros. Efectos tan, tan típicos de la sociabilización.
4. El aprendiz: la imagen del "pequeño saltamontes" que quiere aprender todo de su maestro sirve muchísimo. Es simple hay que poner cara de “Te estoy escuchando, ¡Qué interesante! ¡Oh qué admiración!” cuando nos explican algo y luego demostrar una especie de sensación de seguridad a nuestro alrededor con cara de “Si, esto es fácil… Ja Ja ¿Por esto me pagarán?” (la idea es pensarlo, si lo exteriorizamos nos puede traer complicaciones). Repetir constantemente las máximas del empleado perfecto: "aprender de los errores, ¿Podemos hacerlo? ¡Si podemos!, si es difícil es un reto, sin dolor no hay gloria, al infinito y más allá, lo primero es la familia y nunca diga nunca jamás Sr. Bond".
5. Sensibilizar con tu sensibilidad: otra táctica infalible, cada vez que nos equivoquemos, nos salga algo mal rompamos algo, cambiemos de lugar cosas importantes o desechemos trabajo de meses con un “delete”. Lo mejor es poner cara de “Animalito sufrido a punto de ser sacrificado” que es una cara de ternura penosa y ojitos brillosos que miran de frente diciendo: ”Si, fui yo, pero lo siento, soy humana, cometo errores, despedidme si le place”. A diferencia de la famosa frase típica de “cara de cordero degollado” que en realidad es con la lengua afuera, ojos semicerrados y la musculatura de la cara entumecida, ¿A quien le daría pena? No sé pero la frase dice eso. Si sos mujer llorar es un golpe bajo para quien te llama la atención, si sos hombre te sensibiliza delante de tus compañeras, aunque tus compañeros te mirarán con cara de “a este se le escapan las gallinas”.
6. Ser indispensable: una reacción infame, hacer todo, lo que te piden, lo que no te piden y lo que le piden a los demás. No hay mucha explicación… tu jefe te adorará, serás llamada/o “Un elemento del cual no podemos prescindir en esta empresa”… tus compañeros en cambio dirán “Un … elemento …el cual nos hace ser prescindibles en este calvario… que parezca un accidente.”.
7. Hacerse amigo/a del jefe: si todo lo anterior falla, esta es una estrategia invaluable y entrañable (tenía pensado escribir infalible, pero cuestiones de cacofonía hacían sonar feo lo de “y infalibles” además quería usar la “y” para dar énfasis, porque la “e” como conjunción me parece medio flojita) Intentar ser el hijo que el jefe nunca tuvo emulando sus intereses, gustos y apegos deportivos… por más que te aburra el polo. O bien disfrazarse de la niña que necesita cariño de padre porque fue abandonada en un monasterio a los 4 años a las 14:20 horas con una nota que decía “Esta niña nunca tendrá un jefe comprensivo”. El último recurso es apelar a la sensualidad.. enamorar a tu superior, hacerle firmar el testamento en vida y apropiarte de la empresa... pero es un tanto peligroso y no siempre funciona.

Los consejos anteriormente explicados surgieron de una serie de estudios empíricos aunque no se garantizan los resultados podemos inferir un cierto porcentaje de funcionalidad y otro cierto porcentaje de falla que no especificaré, para no preocupar a nadie.

(MI PARTICIPACIÓN EN BLOG ¡LAS AVENTURAS DE VIOLENTAMENTE FELIZ!)