ZOOMORFÍA DE CONTROLADORES QUE VIVEN EN TU PSIQUIS

¡EN TU PSIQUIS, EN LA MÍA Y EN LA DE TU ABUELA!

Cada vez que hablamos, charlamos… expresamos palabras, emitimos aire con sonidos… o simplemente hacemos bla bla bla con sentido de querer comunicarnos con otros seres humanos, entran en acción una serie de personajes que residen en tu psiquis y que se encargan de intervenir para evitar la equivocación, el error, el ridículo y otros nefastos sufrimientos por culpa de nuestros vocablos apresurados. Abraham Nimall, el especialista en apariciones, monstruos, bestias, animalitos, bichos y cosas que se mueven y andan ululando por ahí con la ayuda del Dr. Rochall te presentan:

Los 10 personajes que viven en tu psiquis y hacen que te comportes verbalmente como corresponde y no tanto… esos reguladores naturales que residen en tu cabecita…

1. El pibe de los mandados que te trae un vaso de agua y obligado a tragar este imaginario refrescante líquido inexistente dejas de contar esa larga y aburrida anécdota: cada vez que comentas esas repetidas anécdotas a las mismas personas, o enumeras esos detalles que ya habías contado por lo menos unas ciento cincuenta veces, se hace presente este impulso con forma de muchachito amable y vos recibís esa sensación de querer tragar saliva… por supuesto ahí te calla y todos aprovechan a cambiar de tema… o a huir.
2. Los dos bichos raros que debaten que comentario divertido, aburrido o serio emitir según la situación: estos dos seres son los encargados de generar impulsos inmediatos a comentarios de nuestros receptores/emisores. En cuanto se genera un silencio entran en discusión sobre que conviene decir, si un chiste o un chascarrillo muy original o un silogismo profundo o bien una reflexión analítica sobre el tema… Pocas veces se ponen de acuerdo y por eso quedamos como hablantes incoherentes… o idiotas al habla como se dice.

3. El mago que hace que por arte de magia olvides todo lo que seguía a eso que decías: sucede que al empezar a charlar enérgicamente, y tu cerebro “el mago cerebral comunicativo” de pronto te nubla y te dejan pasmado… aquí se producen las frases posteriores al quiebre: “Qué te iba a decir…” “Cómo es que se dice…” “Si, cómo era que se llamaba” “Me olvidé lo que seguía”. Lamentablemente a veces sucede en evaluaciones orales, discursos, entrevistas de trabajo. Y bueno el cerebro no es perfecto.
4. El pelado que te enciende la luz para que te des cuenta que te estas desubicando: estás en una comunicación fluida y con mucha soltura, de pronto notando la confianza naciente emitís juicios errados, detalles en los demás, frases inconexas, exceso de chistes con doble sentido y observaciones mal sanas. Aquí se enciende una luz y de a poco cambias de tema o expresas el forzoso “Voy por algo de beber… ¿Alguien desea algo?”.

5. El payaso gerente del humorismo: este personaje se encarga de clasificar, archivar, analizar y emitir las bromas malas, pesadas, chistes negros, largos y sin gracia y las candongas, chascos y chirigotas llenas de diversión absoluta. Dependiendo de sus aciertos seremos considerados divertidos seres humanos llenos de graciosidad o imberbes que solo saben hacer llorar a la gente…
6. El fantasmita de los traumas… la inseguridad hecha sabana: es la vocecita que susurra frases de inseguridad para que no nos vayamos de tema o avancemos muy rápido… "y si mejor me callo…" "seguro que estoy quedando en ridículo…" "Uy como me mira, parece que voy a bajar un cambio…" "parece que ese es su marido, no está sola…" "cambia de tema… habla de otra cosa".

7. El tipito que genera esa sonrisa de situación cuando confundís a alguien o decís un chiste con doble sentido sin quererlo: en ocasiones en que nuestra mala memoria nos hace confundir a los seres que nos rodean, o nuestra verborrea derrapa en sentido inverso a las agujas del reloj trastocando nuestras propias palabras en un epitafio sugerente y la persona nos mira pensando “¿Qué queres decir con eso?”… este ser genera una sonrisa llamada de situación y la gente nota nuestra incomodidad disculpándonos.
8. El tipo que te pone en vereda cuando te haces el seductor: entre charla y charla a veces sucede que sale a relucir, en forma espontánea y por cosas de la naturaleza y el instinto nuestro lado seductor, transformando el mundo en poesía y expresiones seductivas… para ello está este tipito que nos muestra imágenes detestables o nos susurra las posibles consecuencias generando frases finalizadoras del acto de celo animal… “Esteeee... tengo 10 hijos” “Estoy comprometido” “Sos linda pero no en ese sentido…”

9. El niño que te tira la pelota en el estomago para que hagas silencio en discursos y charlas en público: te otorgan el grato honor de dar un saludo, un discurso, el brindis principal o decidís hablar a la concurrencia de una fiesta porque sos así. Emocionado por el festejo y la bebida no reparamos en lo extenso de nuestras alocuciones y es allí donde recibimos un pelotazo (esto sucede en nuestra psiquis, recuerden) en el estomago o en las partes nobles, generando un silencio espasmódico seguido por un “Eso es todo” o “disculpen me dio tos” o bien “me quede sin voz… si con z … no sin vos… no usted no señora”.
10. Los agentes controladores del bicho de las malas palabras: en nuestro inconsciente una perversa alimaña posee el contenido total de las malas palabras y expresiones violentas conocidas y por inventar. Por ello existe un control psíquico que evita a estas expresiones salir, cortándolas antes que se completen. “La p…” “Hijo de la gran p… pp…”. Aunque a veces son necesarias y los agentes controladores lo dejan expresarse libremente…

Bonus track. Los agentes controladores del tipo de las palabras científicas técnicas: al igual que el anterior un señorito controla la emisión de palabras difíciles, términos técnicos, locuciones científicas, expresiones de la jerga profesional, adverbios terminados en mente, frases de celebrados personajes y citas textuales de los libros… Los controladores psíquicos evitan que se expresen una o más de estas expresiones cuando no corresponde.

Así es que hablar no cuesta nada y más si estamos con estos personajes de nuestro lado… de lo contrario se complica un poquito... pero es inevitable, somos humanos.