¡Oh que tímido soy! ¡Qué lo tiró!

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Esto es una lucha interna! ¡Como pelear conmigoyomismo!

Muchas veces, la inseguridad, la falta de personalidad la carencia de carisma y el temor a que los demás nos rechacen diciendo "¡Juira bicho!". No permiten que un individuo se desarrolle emocionalmente. Encerrándose en una especie de calabozo, aunque no literalmente hablando, esto es una metáfora. Aclaro porque por ahí alguno se va a imaginar a un pobre tipo tímido en un sótano con cadenas, alimentado con agua y pan duro y vestido con harapos, aunque sin atreverse a quejarse, pero no es así, al menos no en la real realidad.
Aunque es un padecimiento que pocos aceptan tener, existen ciertos signos para evidenciar si la persona (o vos mismo) es tímida y ejercicios que funcionan como remedios casi infalibles para dejar de serlo (tímido, no persona).

Signos físicos y psíquicos para saber si usted (o alguna persona que anda por ahí cerca) es tímido y algunos aconsejamientos:

* Cuando conversa con desconocidos le sudan las manos: en algún momento de su vida, algún desconocido se acerca a preguntarle la hora, una dirección o un simple saludo. Le transpiran las manos en forma exagerada. El remedio es enfrentar esta incomodidad comenzar a entablar conversaciones con todo aquel se le cruce… en una semana creerán que esta loco y nadie más se le acercará. Hablar frente al espejo funciona, pero hay quienes sienten timidez de esto también, le temen a la autocrítica.
* Se siente incómodo, inseguro y de carácter dificultoso en reuniones sociales: hay individuos que por esta razón se aíslan, no van a ninguna reunión o asisten, pero permanecen toda la velada bajo la mesa, con el pretexto de “Ay se me cayó el lente de contacto, oh que injusto no veo, me tengo que marchar”. No asista, interrumpirá la velada de todos en búsqueda del lente inexistente.
* Le tiemblan el cuerpo y la voz cuando habla en público o ante grupos pequeños: este es uno de los males más comunes, casi tan común como la maldición de Gnomos de la cocina y la posesión de espíritus australianos, como estos, se cura simplemente con ejercicios milenarios de pensamiento: ”Imaginar al auditorio desnudo” esto a veces suele traer pesadillas y sinsabores, dependiendo del auditorio y conlleva un ejercicio de practica. No hay que hacer abuso.
* Teme expresar sus sentimientos y pensamientos: cada vez que alguien le pregunta ¿Qué pensas? O ¿Qué sentís? Siente que su cuerpo cobra vida, un temblor semejante a un 3 en la escala de Rischter y un tartamudeo constante le impiden decir ¡Nada! o ¡Bien! Contesta: “pe-pe-pe” o “n-n-n-no-n-no-me-pa-pa-sa-nada”. Un truco es silbar y simular ganas de bailar, total el cuerpo ya entró en movimiento. La palabra ¡Uepa! para iniciar el baile nunca falla, y no se tartamudea nunca. No utilizar en misas, responsos, velatorios y juicios.
* Respira con dificultad al acercarse o enfrentarse con alguien del sexo opuesto: es una constante normal… exceptuando que le pase dos de tres veces. Si una persona del sexo opuesto se acerca y sentís este síntoma, repite hacia tus adentros “¡Estoy decidido! ¡Hoy echo al paparulo tímido que hay dentro mío!”. Comenza por entablar pequeños acercamientos hasta llegar a la charla. Avanza de a un metro y corre, luego de a dos y así hasta dejarte saludar.
* Tiende a pensar en si mismo negativamente: pensamientos como “¡Ah! Voy a ser el ridículo” o “Voy a hacer el ridículo” o “Ri-Ri-ri-ridículo…” “0 a la izquierda” o “-1” impiden que seas vos mismo y puedas superarte. Además la gente es como un detector que hace ¡Bip! Cuando ve tipos así. Enfrenta tus miedos y sal al mundo como un luchador… pero sin exagerar. La gente también detecta a los que se llevan el mundo por delante.

Es sabido que el alcohol ayuda a desinhibir, aunque debe ser manejado con cuidado porque también entorpece, nubla la visión y trastorna los sentimientos. Además ¿Quién quiere a un paparulo tímido, que le sudan las manos, tiembla, tartamudea y respira con dificultad dando vueltas en nuestras reuniones y para colmo llorando penas y tambaleándose?

¡Ojo! A no confundir:
Vergüenza: Sentimiento ocasionado por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante. Duración: unos minutos.
Timidez: Sentimiento que una persona tiene ante determinadas situaciones y que le impide hacer o decir una cosa. Falta de seguridad en uno mismo, dificultad para hablar en público o relacionarse con otras personas. Duración: más prolongada.

AVISO: Esto no es una sección destinada a la autoayuda, para ello faltaría el cuentito o fábula del animalito que muere de hambre por temor a relacionarse con otros en el bosque, plagado de momentos dolorosos y terribles, que lo harían pensar “Pará, pará… ¿Este tipo me está diciendo que soy un animalito en un bosque? Sino fuera tímido le parto la cara”.